Paciente
2022
Entre la insistencia y el colapso, algo se desgasta. La materia, como la mente, cede poco a poco. La imagen se fragmenta, la lógica se resquebraja, y lo que antes era claro se vuelve pendiente.
En medio de una suspensión sin nombre, aparece el límite: el de la resistencia, el de la espera, el de esos ciclos que no terminan de cerrarse.
La pieza propone un recorrido incierto, donde la percepción tropieza, se repliega, gira en falso. Cada pliegue es un intento por sostener lo que se escapa, una forma frágil de contener lo que no se deja atrapar. El tiempo, como la intención, se acumula en el objeto, y lo que queda no es una forma cerrada, sino el rastro de un esfuerzo que no busca resolverse.